Esta encantadora vivienda fue construida hace casi 300 años, llenando cada rincón de autenticidad e historia. Con el tiempo, la propiedad ha sido actualizada, preservando las características clásicas de una casa de campo mallorquina: fachada de piedra natural y vigas de madera. Está muy bien ubicada, no lejos del pueblo de Santa María, ofreciendo privacidad y una buena infraestructura. La casa y el terreno no son demasiado grandes, lo que la convierte en un hogar fácil de mantener. La casa está distribuida en dos plantas e incluye dos dormitorios y un baño en la primera planta. En la planta baja, hay una cocina espaciosa con un área de estar y comedor de concepto abierto, además de un aseo de cortesía. Es una casa luminosa para una propiedad tan histórica, con una gran ventana que permite que la luz natural inunde el espacio. En el exterior, la vivienda ofrece una encantadora zona al aire libre. Una piscina muy grande invita a relajarse y disfrutar de las vistas a la montaña, junto con un amplio césped y extensos terrenos llenos de árboles frutales locales. Características adicionales: carácter auténtico e histórico, fachada de piedra, puertas y vigas de madera, suministro privado de agua de pozo, electricidad municipal, chimenea, calefacción eléctrica mediante radiadores, aire acondicionado frío/calor, lavandería y vistas impresionantes, aseo de cortesía.